Colorterapia-Cromoterapia III

Bueno, ya os hablé con anterioridad de la colorterapia-cromoterapia.
Para refrescaros la memoria era esto:
Consiste en utilizar el color para tratar enfermedades físicas y trastornos emocionales.
Reúne aportaciones de la psicología, la medicina, el arte y la física.
Los colores tienen la capacidad de calmar, inspirar, excitar, equilibrar o alterar nuestras percepciones, lo cual se lleva a considerarlos como instrumentos terapéuticos por sí mismos. Cada color emite unas vibraciones características que nos llegan de distinta manera y producen efectos diferentes.
La cromoterapia utiliza ocho colores que son: el rojo, el naranja, el amarillo, el verde, el turquesa, el azul, el violeta y el magenta.
Y como ya os había hablado del amarillo, el verde y el rojo, hoy os hablaré de los 5 colores restantes.

AZUL: Tiene efecto refrescante y antiséptico. Reduce la frecuencia del pulso y alivia el dolor.
El azul baja la fiebre y actúa como nutriente para los nervios. El azul relaciona al hombre con los océanos y el cielo. El azul representa la introspección y la espiritualidad. Las paredes pintadas de azul ejercen al principio un efecto sedante, pero después de un rato tienen también un efecto refrescante.



NARANJA: Es, como el rojo, un color vibrante que estimula la fuerza vital de los riñones. Fortalece el tejido de los pulmones, es eficaz contra el estreñimiento y ayuda a vencer las tensiones y bloqueos emocionales. Es un color inspirador y estimulante. El naranja ayuda a las personas depresivas y apáticas. Es un color "sociable" que representa la alegría, el regocijo, la sinceridad y el amor al prójimo.

VIOLETA: Estimula los niveles espiritual y mental y ejerce un efecto equilibrador sobre la depresión y la migraña. El uso del violeta para la meditación ayudará al desarrollo visionario.
El violeta es una mezcla de azul y rojo y combina ambos extremos: la vida, el fuego, la fuerza,
la pujanza (rojo) con la calma, la relajación, la introversión y la falta de pujanza. El violeta y el púrpura son colores empleados por los altos dignatarios eclesiásticos (iglesia cristiana), mientras que en Asia el color naranja se considera una expresión de espiritualidad.


TURQUESA: Es el color del intelecto.Estimula el cerebro, el sistema nervioso, facilita la concentración, mejora los reflejos, ayuda a concretar objetivos y superar miedos, cura la depresión, facilita el otorgamiento de sentido a la vida, la asimilación de los alimentos, la digestión y la relajación. Indicado en los casos de parálisis, reumatismo muscular, estreñimiento, indigestión crónica, inflamación abdominal, desarreglos del páncreas y vesícula biliar, hígado sobrecargado, parásitos intestinales, dolores de cabeza, impurezas en la sangre, falta de concentración, pesimismo, alteraciones de la piel y trastorno bipolar.


MAGENTA: Es un color espiritual, que permite descartar ideas y pautas de pensamiento que ya no sirven. Actúa sobre cuerpo, mente y espíritu. Utilizado para tara tratar los aspectos emocionales de la persona, en casos de sinusitis, zumbido de oídos, quistes benignos y desprendimiento de retina.

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